Amar el cuerpo en el que vivimos es algo con lo que muchas personas luchan en algún momento de sus vidas. Por lo tanto, si te sientes desanimado respecto a tu cuerpo, no estás solo.
Sin embargo, aceptar, valorar y celebrar nuestros cuerpos por su singularidad y todo lo que hacen por nosotros es una de las cosas más importantes que podemos hacer para mejorar nuestra calidad de vida, salud en general y felicidad.
Lamentablemente, la forma en que nos vemos a nosotros mismos no siempre está directamente relacionada con lo que vemos en el espejo, sino con una serie de creencias, experiencias y generalizaciones. La sociedad, los medios de comunicación y la cultura popular han moldeado durante mucho tiempo los estándares de belleza, influyendo en cómo nos sentimos respecto a nuestros cuerpos.
Esto puede ser especialmente cierto a medida que envejecemos y nuestros cuerpos comienzan a cambiar. Mensajes y productos que nos animan a "ocultar las canas", "suavizar las arrugas", "eliminar la celulitis" y "perder peso" están en todas partes. El resultado es que muchas personas se sienten infravaloradas y angustiadas al intentar ajustarse a expectativas poco realistas.
Aunque queda mucho por hacer para crear una sociedad inclusiva para todos los tipos de cuerpo, mientras tanto, podemos tomar medidas para empezar a observar nuestros cuerpos con compasión y aceptación, y reconocer que nuestro valor no proviene de nuestra apariencia.
A continuación, te presentamos 15 pasos que puedes seguir para desarrollar una imagen corporal más positiva y empezar a amar y aceptar tu cuerpo tal y como es.
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1.Reconoce si tienes una relación negativa con tu cuerpo
Reconocer que puedes tener una relación negativa con tu cuerpo es el primer paso para comprometerte a transformar esa relación.
Esto te ayudará a ser más consciente de cuando estás teniendo pensamientos autocríticos, para que puedas trabajar en desafiarlos. También te permitirá separar claramente tus pensamientos de la realidad.
Recuerda, la belleza está en los ojos de quien la mira, y cómo decides ver tu cuerpo depende de ti.
2.Deja atrás la idea de que lucir de determinada manera te hará más feliz
Muchos caemos en la trampa de creer que si luciéramos de una cierta forma seríamos finalmente felices. Sin embargo, nuestra apariencia rara vez es la clave de la verdadera felicidad. Lo más probable es que, si logras llegar a la apariencia que deseabas, empezarías a notar nuevas "áreas problemáticas" y el ciclo continuaría.
Intenta separar el éxito y la felicidad de la forma en que te ves, y céntrate en encontrar la satisfacción a través de lo que haces.
3.Practica la gratitud hacia tu cuerpo
Nuestros cuerpos son vehículos que nos llevan a lo largo de la vida; nos permiten movernos, tener experiencias y trabajar hacia nuestros objetivos. Por lo tanto, merecen amabilidad y respeto.
Si te cuesta apreciar tu cuerpo, intenta escribir al menos cinco cosas que te permita hacer a diario y coloca tu lista en un lugar donde puedas verla con frecuencia.
"Finalmente he reconocido mi cuerpo por lo que es: un sistema para transportar mi personalidad, diseñado expresamente para llevar mi carácter de un lugar a otro, ahora y en los años por venir." – Anna Quindlen
4.Practica el trabajo con el espejo
Cuando no estamos cómodos con nuestros cuerpos, puede resultar natural evitar mirarnos en el espejo. Sin embargo, el trabajo con el espejo puede ser increíblemente útil para aceptar tu cuerpo tal como es y cultivar la autocompasión.
Esto puede resultar poco natural al principio, pero las investigaciones demuestran que las afirmaciones pueden ser una forma poderosa de crear cambios positivos a largo plazo en cómo nos percibimos a nosotros mismos.
5.Haz una lista de personas a las que admiras y considera si la apariencia fue importante para su éxito
Todos tenemos personas que admiramos y a las que miramos con respeto en la vida, ya sea amigos, familiares, compañeros o figuras públicas.
Haz una lista de algunas de esas personas. Luego pregúntate: ¿fue su apariencia la razón de su éxito? Esto puede ser un recordatorio útil de que lo que realmente importa es lo que hacemos, no cómo lucimos.
6.Elige palabras positivas y compasivas para describir tu cuerpo
Dedica un tiempo a reflexionar sobre las palabras que sueles utilizar para describir tu cuerpo. ¿Son las mismas palabras que usarías para hablar de un ser querido?
Las palabras que elegimos para hablar sobre nosotros mismos tienen un impacto significativo en cómo nos sentimos en nuestra propia piel. En lugar de utilizar palabras como "gordo" o "feo", intenta elegir un lenguaje amable y compasivo, como "fuerte", "capaz" y "saludable".
"…Solo amate a ti mismo. No esperes a ser más delgado, a aumentar tus músculos, a bajar el colesterol o reducir tu porcentaje de grasa. Hazlo ahora. Porque mereces sentirte maravilloso todo el tiempo." – Louise Hay
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7.Haz ejercicio para sentirte bien, no para quemar calorías y castigarte
Si no estás satisfecho con tu cuerpo y quieres perder peso, puede ser tentador forzarte a seguir una rutina de ejercicios exigente que odias. Hacerlo puede convertir el ejercicio en un castigo, lo que puede llevarte a desarrollar una relación poco saludable con él.
Es importante recordar que, si somos amables con nosotros mismos, el ejercicio puede empoderarnos al ofrecernos una oportunidad para explorar lo que nuestros cuerpos pueden hacer. Además, no existe una "forma correcta" de hacer ejercicio, así que intenta encontrar una manera de mover tu cuerpo que funcione para ti; ya sea caminar, bailar, hacer tareas prácticas, correr o levantar pesas.
8.Practica la atención plena
La atención plena es una técnica que implica centrarse en el momento presente y aumentar la conciencia de nuestros cuerpos y de nuestro entorno. Por ejemplo, concentrarse en la respiración al entrar y salir de tu cuerpo, y en lo que puedes ver, oler y oír.
Conectar con nuestros cuerpos de esta manera nos permite recordar y apreciar lo que hacen por nosotros. También puede aliviar el estrés y la ansiedad al ayudarnos a dejar de rumiar pensamientos negativos sobre nosotros mismos.